Cómo usar el ancla de capa en la pesca del calamar

Para la pesca del calamar desde embarcación los mejores momentos para que pique el calamar serán el amanecer y el anochecer, pero podremos pescar calamar durante todo el día. Es preferible buscar las caídas de los bajos de piedra,  donde la piedra se junta con la arena y zonas donde exista corriente, normalmente a partir de los 25 metros de profundidad.

Pesca del calamar al atardecerSin querer entrar en detalles sobre los cebos o técnicas para la pesca del calamar, abordaremos sólo el aspecto de la velocidad a la que se debe mover nuestro barco. Lo ideal es dejar la embarcación al pairo, con la popa al viento o a la corriente, de modo que nos empuje suavemente y nos haga avanzar a una velocidad de entre 1’5 y 2 nudos. Sin duda, los días sin viento y con poca corriente son los mejores. Y si hay algo de mar de fondo ya perfecto, pues le dará mucho movimiento a los señuelos. Pero cuando el viento se hace algo fuerte y nos empuja más de lo deseado, es muy útil usar un ancla de capa, o ancla flotante, largada por la popa para que frene nuestro avance.

Las anclas de capa las podemos encontrar en diferentes tamaños, adecuados a la eslora y desplazamiento de la embarcación. Si va a ser utilizada como elemento de seguridad en caso de temporal, es importante que el tamaño sea el adecuado a la eslora. En cambio, para usarla en la pesca a la deriva, es mejor que el ancla de capa sea de «una talla menos» a la adecuada a nuestra eslora, para que no nos frene demasiado con vientos medios.

El ancla de capa en la pesca del calamarEl ancla de capa es una pieza de lona en forma de cono truncado (un cono abierto por ambos extremos), de modo que por su forma de embudo, embolsa una gran cantidad de agua y frena el avance de la embarcación. Para usarla en la pesca del calamar a la deriva, la largaremos por popa, con un cabo que debe tener una longitud que sea cinco veces la de nuestra eslora. Hay que tener cuidado con las líneas de pesca para que no se enreden en el cabo del ancla de capa. Es conveniente poner una pequeña boya de marcación atada al extremo estrecho del ancla de capa, por un cabo de unos dos metros de longitud. Esta boya nos indicará la posición exacta del ancla de capa, a modo de orinque, y nos permitirá recuperarla del agua, tirando del extremo estrecho para que se vacíe con facilidad y así podamos subirla a bordo.

5 consejos para navegar en invierno

  1. Comprobar la previsión meterológica5 consejos para navegar en invierno
  2. Abrigarse adecuadamente
  3. Protegerse de la humedad
  4. Tomar alimentos y bebidas que nos aporten energía y calorías extra
  5. Ver y ser vistos

 

1. Antes de zarpar es conveniente revisar la previsión meteorológica. Evitar salir al mar si hay aviso de mala mar o temporal. Tener en cuenta las habilidades y posibilidades propias y de la embarcación, para hacer frente a las condiciones de mar y viento que estén previstas e, incluso, a posibles  cambios no previstos.

 

2. Es conveniente abrigarse adecuadamente para mantener un nivel de confort y actividad óptimos. Tener en cuenta que los principales puntos de pérdida de calor son: la cabeza, las manos y los pies. Gorro, guantes y calzado apropiados son indispensables en invierno. El frío ralentiza los movimientos y nos hace «torpes» por el entumecimiento de las manos y pies. Es aconsejable vestir varias capas de ropa, que podamos quitarnos o ponernos en función de la actividad. No es lo mismo navegar sentados en la bañera, sin movernos, que estar haciendo maniobras o cambios de vela que requieren una actividad física y, por tanto, nos harán entrar en calor. No se trata de calentarnos, si no de mantener el calor corporal, por lo que utilizaremos capas de ropa tipo lycra en contacto con la piel, una segunda capa de ropa térmica o tejido polar; y la última capa de ropa impermeable y transpirable debe protegernos del agua y del viento.

Ropa de navegación impermeableExisten en el mercado multitud de marcas y ropa técnica especialmente diseñada para el deporte en invierno. Independientemente de la marca comercial, deberemos observar que cumpla con las condiciones técnicas necesarias para cumplir su función. No es imprescindible que las primeras capas sean de ropa específicamente náutica, a este respecto hay mucha controversia, pero una lycra de abrigo o un polar abrigan igual en el mar que en la montaña. Sí es importante, en cambio, que las capas exteriores estén diseñadas para su uso en el mar, puesto que las costuras, los refuerzos y los cierres en cuello, puños, cintura, tobillos, etc no son lo mismo para ropa de montaña que para ropa náutica; en la montaña el agua cae en forma de lluvia, en el mar el agua llega desde arriba por la lluvia y también desde abajo por los rociones y salpicaduras que pueden barrer la cubierta.

En estos casos me suelo acordar de un refrán de la abuela: «ande yo caliente aunque se ría la gente«. Y es que antes que la imagen y vestir muy «fashion» con lo último en moda náutica, hay que pensar en que las prendas tienen que cumplir una función práctica. No desestimar nunca el posible uso de pasamontañas, bragas para el cuello, bufandas, mallas de lycra para las piernas, etc.

 

3. Protegernos de la humedad. Es conveniente que la capa exterior de ropa que vistamos sea impermeable, para evitar mojarnos o que la humedad del ambiente cale en la ropa interior. Con buena temperatura llevar ropa mojada o húmeda no es ningún problema, e incluso se agradece porque nos refresca. Sin embargo, a bajas temperaturas hay que mantenerse seco a toda costa; la ropa mojada y la humedad aumentan la sensación de frío y favorecen la pérdida de calor corporal, pudiendo llegar a provocar una hipotermia. Evitar el frío es fácil mediante capas de ropa,, pero si la humedad cala «hasta los huesos» es muy difícil quitársela de encima. Es aconsejable llevar ropa de repuesto, incluso en navegaciones costeras de poca duración. Si la travesía va a durar más de 24 horas, lo mejor es llevar la ropa de repuesto en bolsas estancas al vacío, separada por piezas o por conjuntos de vestuario. No hay nada peor después de una dura jornada de navegación en invierno, que ponerse ropa que ha cogido humedad en el armario.

4. Ingerir bebidas calientes y alimentos hipercalóricos es aconsejable para mantener el cuerpo activo y combatir el frío. No debería faltar al alcance del patrón y la tripulación, sobre todo durante las guardias nocturnas, un termo con bebida caliente: café, infusiones, caldo, etc (en ningún caso alcohol, el alcohol favorece la pérdida de calor corporal). Ingerir líquidos calientes ayudan a la termoregulación corporal.

Mantener el metabolismo activo comiendo regularmente alimentos que nos den una gran aportación de energía también ayuda: frutos secos, barritas de cereales, chocolate… Y las comidas principales con un alto aporte de hidratos de carbono.

 

5. Código SBS (See and be seen): ver y ser vistos. Navegando en invierno es fácil encontrarse con bancos de niebla, o situaciones de mal visibilidad debido al mal tiempo. Es importantísimo contar con los sistemas de luces de navegación en perfecto estado, una buena bocina de señales acústicas en caso de niebla, ya sea eléctrica o de gas. Y un reflector de radar como mínimo, para poder ser vistos por otros buques. Mucho mejor si nuestro barco cuenta con un sistema de posicionamiento AIS o incluso con sistema de radar, aunque esto no siempre es posible en barcos de pequeña eslora. Pero, al menos, un reflector de radar hará que otros buques puedan «vernos» en caso de niebla y evitar colisiones.